
Si bien es cierto que la formación teatral queda al margen de la educación universitaria curricular, la utilidad de este instrumento artístico empieza a hacer que surjan iniciativas entre algunas de nuestras compañeras. “Las del Parabán”: un grupo de teatro social que pretende concienciar a la sociedad sobre la importancia del cuento como herramienta perpetuadora de valores.

La primera de las obras, “La cenicienta que no quería comer perdices” ha estado presente en cafeterías, bibliotecas, asociaciones,… ha viajado por distintas localidades de la Comunidad Valenciana, haciendo partícipe al público de su reflexión sobre el sexismo en los cuentos. (http://www.ajuntamentdevilafranca.es/nuevaweb/?p=3214) Como nos dicen ellas mismas, pretenden remover conciencias y reivindicar una cultura que transmita valores positivos, como por ejemplo el respeto a la diversidad, la justicia, la igualdad, sostenibilidad, solidaridad,… etc.
Al igual que los juegos o los juguetes, los cuentos son herramientas que socializan, transmiten valores, creencias, expectativas e incluso ofrecen unos modelos que en el proceso de crecimiento influirán en la construcción de la personalidad. Por lo tanto, los cuentos, además de ser un instrumento lúdico que desarrolla la creatividad, la imaginación, enriquece el lenguaje, incrementa la inteligencia, etc., también es un elemento muy influyente en la educación de la persona.
Sara Faus i María Estalrich
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