sábado, 12 de abril de 2014

Semana de la Acción Mundial por la Educación.

El pasado miércoles 9 de Abril tuvo lugar en la Facultad de Filosofía y CC de la Educación el día de ejecución de los actos planificados con motivo de la SAME. Un conjunto de actos organizados mediante la coordinación de diferentes comisiones aunó en un mismo espacio a personas de institutos, centros ocupacionales, estudiantes universitarios, profesores, trabajadores de distintas organizaciones, (...) que hicieron posible que la jornada saliera adelante con un éxito espectacular. Hemos de decir que a pesar de la poca asistencia a las mesas de experiencias y a los talleres realizados por la tarde, las actividades realizadas fueron un verdadero éxito. A continuación dejamos parte del trabajo de la comisión de difusión, imprescindible para el entendimiento de la multitudinaria asistencia a los actos.


Sobre las 9:30 de la mañana se abría la jornada mediante un acto inaugural que consiguió llenar el Aula Magna. Tras este, comenzaron las mesas redondas; por horarios, resultó imposible asistir a más de una, pues se realizaban tres ponencias de forma simultánea en diferentes lugares de la Facultad. Nosotras asistimos a la que tenía que ver con las organizaciones que trabajaban con personas con Síndrome de Down (AsinDown), espina bífida (AVEB), y con la participación de Ana Sepúlveda, nuestra compañera de clase, presentándonos su experiencia, como persona con el síndrome de Tourette, por el paso del sistema educativo. 

En representación de AsinDown, además de la psicopedagoga del centro, asistió al acto la madre de un niño que acude a dicha asociación. De vez en cuando, nos contaban, tendemos a exigir menos de ellos, a infravalorar sus capacidades o a permitir que nos invada la pena de no poder dejarlos hacer las cosas que, como niños que son, les apetece hacer en cada momento. Si bien es cierto que todo niño debe tener sus rutinas, en este caso resulta imprescindible establecerlas con claridad desde todos los ámbitos. Dicha asociación trabaja con los padres, pero desde una perspectiva integradora de los diferentes contextos en los que la persona se desenvuelve. 
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Tanto la psicopedagoga del centro como ella hicieron hincapié en la importancia de trabajar conjuntamente con las familias y con los centros educativos, así como la importancia de establecer rutinas mediante el apoyo de material visual y auditivo. Sus intervenciones nos dejaron algunas premisas para trabajar con niños con éste síndrome: "para convencer primero hay que estar convencido", o en relación a las estrategias de intervención de los padres para que sus hijos cumplieran las rutinas, "incluso le he llegado a poner lacasitos al final de cada frase para que hiciera los deberes".

La segunda de las intervenciones vino de manos de la neuropsicóloga de AVEB, quien expuso además de las características que suelen tener las personas con las distintas formas de Espina Bífida, la importancia de preguntar a esas personas si pueden hacer algo que queremos hacer con ellos, de entrar en contacto , de jugar con esos niños en la escuela, de lo relevante del trabajo interdisciplinar con padres, madres y tutores del centro educativo al que asisten. Nos contaron que por lo general, en lo referente al entorno escolar, tienen que faltar a clase durante largos periodos de tiempo por cuestiones médicas (intervenciones quirúrgicas, periodos de reposo, pruebas...) suponiendo un obstáculo para ellos. 

Por último, Ana nos habló sobre el impacto que tuvieron las etiquetas de "niña rebelde" en su etapa de crecimiento, cómo llegó a creérselas y cómo guió sus días en función de ellas, por "cabezona", nos decía. El sistema escolar se lo puso difícil durante su infancia y adolescencia, salió de él y decidió abandonar los estudios, allí sus salidas de tono derivados de los tic's internos que conlleva su síndrome no eran más que motivos de conflicto. Dos años después, una voz sensata y amiga le recomendó que comenzara a estudiar de nuevo aquello que quería porque no había motivo para no hacerlo. El desconocimiento sobre esta enfermedad rara ha supuesto para Ana un problema en tanto que no se descubrió su enfermedad hasta llegada la adolescencia, el poco presupuesto invertido en la investigación de las enfermedades raras tiene en ello mucho que ver. 

Tras las ponencias comenzó la Gymkana, es decir, una serie de actividades organizadas en forma de recorrido de las cuales todos podrían disfrutar. Se realizaron actividades de Photocall, "ponte en mi lugar", el árbol vivencial, musicoterapia, talleres de experiencias personales... Sin embargo, de la que más podemos hablar por estar inmersos en su organización y ejecución es la denominada "Ponte en mi lugar", basa en la sensibilización de la esquizofrenia, el autismo, y la ceguera. Se trataba de 3 dinámicas relativamente breves en las que los participantes eran plenamente activos y protagonistas. 

Mostramos la esquizofrenia a través de un taller en el que los participantes se colocaban y organizaban por parejas, uno frente al otro, de forma que únicamente uno de ello estuviera de cara a la pantalla, recibiendo esporádicos estímulos visuales que difícilmente comprendería; el otro debería escuchar la presentación de la persona que no conocía, centrando ambos su campo visual en la cara del otro. Las personas que se encontraban de frente a la pantalla se encontraban también con estímulos auditivos, ya que los organizadores susurraban en sus orejas frases desconcertantes y tentativas, de forma que en la mayoría de casos la presentación de una persona derivó en otras muchas cosas que ninguno de los dos llegaron a entender hasta que finalizó la dinámica. Observamos reacciones muy variadas, desde personas que reían por miedo, hasta aquellas que hacían lo que las voces susurraban. Todo ello, acompañado por una actitud implicada y reflexiva por parte de las personas que acudieron. 




La segunda de las dinámicas estaba destinada a la ceguera. Organizamos al grupo en gran círculo, separados unos de otros, se taparon los ojos y explicamos que se trataba de un pequeño juego en el que las personas a las que tocaramos el hombro podrían participar. Mientras todos tenían los ojos tapados, algunos de nosotros, colocados en el círculo, actuamos de señuelos: ninguno de ellos fue tocado. La espera, las ganas, los ruídos, la agudización de otros sentidos,... hicieron que el hecho de no poder ver estimulara en ellos un sentimiento de exclusión, pensamientos alrededor del porqué no les tocaban a ellos ya, con su correspondiente impaciencia y agobio. 

La tercera se destinó al espectro autista. Organizamos a los participantes en 5 grupos, se les proporcionaron una serie de objetos materiales con los que deberían realizar diferentes acciones. Las órdenes empezaron siendo lógicas y entendibles, pero a medida que avanzaba la sesión, la voz que ordenaba debería leer las instrucciones de forma que no comprendieran lo que se les estaba pidiendo. Así fue, incrementando el estrés además con un persona cronometrando la cuenta atrás desde quince segundos. Si bien es cierto que muchos de ellos lo intentaron, al final todos los grupos acabaron pidiendo una repetición de la instrucción, entre desesperación y risas. 

Una vez acabada cada una de las dinámicas se pedía a los participantes que escribieran de forma breve, mediante una palabra, frase o dibujo, en un post-it lo que habían sentido o lo que extraían de nuestro taller. Encontramos palabras que abarcaban desde sentimientos de tristeza y agobio, hasta la alegría y la paz que sintieron tras el taller. 
A la izquierda encontramos a gran parte de los organizadores del taller, con el cartel en el que se encontraban los pos-it's de nuestros participantes. Sin duda un resultado derivado de un asistencia que sobrepasaba la expectativas y un trabajo en grupo muy gratificante. 


Esa misma mañana se realizó un partido de futbito adaptado, con los chicos del Centro Ocupacional Juan de Garay, utilizando el ocio como un instrumento de educación inclusiva. Se formaron dos equipos en los que la diversidad era la reina del partido. Transcurrió de forma que las risas y la felicidad nos invadió a más de uno, hemos de decir que fueron los chicos del centro los que llevaron la batuta del partido, nos organizaron y definieron nuestras posiciones, los que marcaron los goles y nos dejaron encantados con una demostración de entusiasmo y ganas que nos hizo vivir las capacidades. Como no, debemos de agradecer a la afición que vino a animarnos, de la que dejamos, para cerrar esta entrada, la siguiente imagen en la que se supone debemos leer "SAME". Agradecimientos también para la comisión de logística que nos acompañó durante todo el día.

María Estalrich


1 comentario:

  1. Una de las iniciativas y de las pocas que se realizan conjuntamente profesores y alumnos. Una experiencia que debería realizarse mucho más a menudo, y ya no solo para las personas de fuera d la universidad, empecemos dando ejemplo entre nosotros mismo, los futuros educadores de educación física, pedagogos, filósofos e historiadores. Hay profesores y alumnos que aún etiquetan como minus-validos o discapacitados, un trabajo, para que cada vez sean menos, deberíamos realizar más cloendas, iniciativas o jornadas entre nosotros mismos, educadores, profesores y alumnos.

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