jueves, 13 de febrero de 2014

CULTURA...

La cultura es colectiva y pública, se trata del resultado de la interacción entre personas y grupos. Transmitimos información a través de un sistema de símbolos, propio de nuestro grupo o grupos. Necesariamente la cultura ha de ser práctica e implica transformación. En decir, la cultura es todo aquello que los humanos podemos hacer y compartir, que nos identifica y nos diferencia, al igual que nos une. La cultura ha sido y es un motivo de discriminación y de integración al mismo tiempo, esto es debido a que los bienes simbólicos, los códigos culturales, no se distribuyen equitativamente. La oportunidad de acceso a la cultura esta determinada por factores  económicos, sociales, territoriales... de ahí el origen de una de las principales problemáticas de la sociedad actual, ¿puede un individuo desarrollarse y enriquecerse personalmente con un acceso limitado a la cultura? 

Cada persona, es un agente creador de cultura. Cada idea, gesto, movimiento,pensamiento, actitud... es cultura. La cultura se transforma por que nosotros la transformamos, y al mismo tiempo, ella nos influye y cambiamos. A lo largo del tiempo ha sufrido cambios realmente grandes y relevantes para la sociedad. Por lo tanto, es flexible, histórica y con posibilidad de cambio. La educación, desde su distintos ámbitos (formal, no formal e informal), es un agente principal en nuestro desarrollo, por tanto, en consecuencia, interviene en este feedback cultural.  Pero la cultura y en concreto la dominante (el poder político, social y económico) amplifica determinados discursos, que acabamos interiorizando. Obligando a otro tipo de culturas a etiquetarse como minoritarias, y a vivir en el olvido o en la discriminación.

La cultura mayoritaria, o predominante, es la que nos invita (o obliga) a tomarla como modelo a seguir. Es la que nos transmiten desde pequeños, desde la televisión, la propia presión grupal, los estereotipos sociales, los modelos de convivencia, las leyes, las normas sociales, etc.  Ésta, no solo nos llega  desde el ámbito informal de la educación, sino desde la formal y no formal; abarcando todo los sistemas donde nos desenvolvemos. Pero, también existen aquellas culturas  minoritarias, que muchas veces llega a generar cambios en aquellas culturas más “poderosas” o “universales”. Es decir, no se habla de una integración, sino de un respeto entre culturas, donde las culturas se encuentren todas en un mismo nivel sin ser discriminadas ni desvaloradas. 


Podríamos reflejarnos en una sociedad donde la información, actos, conocimiento, ideas... van desde la cultura a la conciencia, y de la conciencia a la cultura. Donde juegan canales culturales minoritarios y mayoritarios, es un desequilibrio de poder, predominado por la ausencia o exceso de acceso a la diversidad de culturas.

La cultura puede ser entendida desde muchas perspectivas, a lo largo del curso, iremos viendo algunas de ellas. Lo que realmente importa es cómo la entiende uno mismo, y de qué modo entiende en del resto. 


MARÍA ESTALRICH y
DAVID VILLANUEVA







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